Hoy día, conocer qué
diferencia hay entre felicidad y plenitud es seguramente más importante de
lo que pensabas. Mucha gente considera que no es posible entender la vida sin
ser felices, sin embargo, no caen en la cuenta que la
felicidad no se encuentra, se crea a través de nuestras decisiones
diarias, aceptando nuevos retos profesionales y superándonos a nosotros mismos
en base a un cúmulo de adversidades que hallamos en nuestro camino vital.
Otras personas creen que la
felicidad es una circunstancia efímera, totalmente pasajera y que solamente se
corresponde con un conjunto de vivencias o momentos como podrían ser por
ejemplo, el día de nuestra boda, aquella que vivimos con el nacimiento de
nuestro primer hijo, en la graduación de nuestro único hermano o cualesquiera
de las circunstancias vitales importantes para la vida de una persona. En
cambio, la plenitud es mucho más que alegría,
puesto que se corresponde con tener cubiertas la totalidad de nuestras
necesidades, cosa que no sucede en el caso de la propia felicidad, en donde
pueden no estar cubiertas todas ellas y simplemente ser felices pese a todo.
Ahora bien, ¿cuál es la diferencia entre felicidad y plenitud?
Entender qué
necesitamos para ser felices y la relación existente entre lo que en su
día expuso Abraham Maslow y el concepto de ser felices es imprescindible.
Aunque cada ser humano pueda tener necesidades un tanto diferentes, lo cierto
es que la mayoría de nosotros anhelamos cinco fundamentales como son: sentirnos
seguros, tener éxito profesional, autorrealizarnos, disfrutar de nuestro
entorno inmediato y sobre todo, tener cubiertas nuestras necesidades vitales
como por ejemplo, la alimentación diaria, por mencionar alguna de ellas.
Cuando se entiende la felicidad
como una forma de estar satisfechos con nosotros mismos, estamos aceptando al
mismo tiempo que esta satisfacción puede no ser completa y sí, encontrarse en
construcción permanente. De hecho, puedes estar muy bien por ejemplo, con tu
familia y al mismo tiempo, anhelar encontrar un trabajo mejor, perseguir un
aumento de tu salario o incluso destacar más en tu ámbito profesional.
Todos los seres humanos queremos ser felices
pero no todo el mundo valora las mismas cosas para llegar a serlo, ni tampoco
tienen la misma escala de valores en la que identificar sus prioridades. A
pesar de que la práctica totalidad de las personas quieren disfrutar de la
felicidad en sus vidas, no todos adoptamos las mismas decisiones, ni tampoco
reaccionamos igual ante por ejemplo, las adversidades. Además de querer ser
feliz con tus circunstancias tienes que estar dispuesto a reconocer lo que te
hace feliz, cuidarlo y sobre todo, reconocerlo, para corregir aquello que fuese
necesario en tu propia existencia.
No importa si para ti vivir feliz
está relacionado o no con la plenitud personal, lo importante es que tengas el
trabajo que tengas, estés al lado de una pareja que te demuestre que te valora,
puedas viajar cuando te apetezca a donde quieras, o tengas cubiertas todas tus
necesidades vitales, sonrías al máximo porque tu manera de entender la vida es
la que determinará tu verdadera
felicidad, por ser una clave fundamental para vivir en plenitud y armonía
la vida que estés viviendo.
Y tú, ¿entre felicidad y plenitud
qué elegirías? ¿Por qué?