El aprendizaje constante de la felicidad

El aprendizaje constante de la felicidad no es ninguna utopía, mito, planteamiento irreal, inalcanzable, ni tampoco nada que no podamos descubrir mediante la adquisición de vivencias, experiencias, disfrute de emociones, conforme vayamos cumpliendo años.



Hoy hablamos sobre el aprendizaje constante de la felicidad y cómo podemos hacerlo efectivo para buscar ser más felices.
Aprender a ser felices no es estar locos, es ser conscientes de que la felicidad lo es todo y sin ella, la vida no está completa.

Más bien, te diría que se trata de una actitud con la que enfrentarnos a lo cotidiano, hacerlo real y poder materializar por qué no, lo que amamos, deseamos con muchísima fuerza y para que me entiendas todas esas pasiones o sueños que desde muy pequeños se encuentran en nuestra mente. ¿Quién no ha soñado desde muy joven con tener una vida feliz, sin excesivas preocupaciones, momentos dulces e incluso emociones insuperables? Efectivamente, podemos aprender a disfrutar de todo aquello que tenemos porque nos lo merecemos. Pero y tú, ¿sueles aplicarlo a tu vida con regularidad? Nunca es tarde para comenzar, te invito a hacerlo desde ya.

Cuando somos pequeños y nos encontramos en la escuela nos enseñan todo tipo de asignaturas, como por ejemplo:
  • Conocimiento del medio.
  • Lengua castellana y literatura.
  • Matemáticas.
  • Inglés.
  • Francés.

Entre otras muchas otras posibles. Sin embargo, no nos enseñan que viviremos en una sociedad con un gran número de desigualdades, donde mucha gente a diario sufre las circunstancias de la crisis, con graves problemas y que deberemos nosotros mismos, saber afrontar todo tipo de adversidades, porque la vida es así. En definitiva, nos enseñan mucha teoría y como diría un gran amigo poco, poca chicha o poca práctica en cuanto a un aprendizaje en su perspectiva emocional. De hecho, no nos enseñan a dejarnos llevar y materias como:
  • Creatividad.
  • Innovación.
  • Conciencia y responsabilidad social.
  • Aprender a sentir, emociones, escuchar.
  • Disfrutar de lo que somos, cómo somos, amarnos, querernos.
  • Humanidad.
  • Valores y actitudes éticas.
  • Remar todos juntos en pro de un futuro mejor.

Y un gran número de términos que suelen en general, pasar desapercibidos para una amplia mayoría de público que permanece impasible a las desdichas ajenas.

Mi propuesta de hoy es otra: más humanidad, mucha más integridad, unidad, respeto, igualdad...

Como te decía, soy fiel defensor de una filosofía basada en la felicidad de las gentes, pueblos y de forma genérica sociedades. ¿Por qué? La respuesta a esta pregunta aunque pudiera parecer complicada no lo es, podemos destinar parte de nuestros esfuerzos para aprender cómo ser felices, aplicarlo a nuestra vida y al fin y al cabo, serlo.

Solamente necesitamos querer, saber que podemos y después aplicarlo

En el mundo existen bellas personas, cada vez menos eso sí, que buscan un cambio para mejor y que con sus acciones intentan llevarlo a la práctica. Desde tu realidad y tu vida diaria no pierdas esa esperanza, ni tampoco la ilusión que tenías cuando eras más pequeño. No dejes de luchar contra las injusticias a tu manera, intentando cultivar esa felicidad que todos merecemos diría que casi como derecho innato al nacimiento, como seres humanos que somos. Y te planteo una cuestión que en estos tiempos me preocupa bastante puede que quizá tú tengas la respuesta: si el mundo es increíblemente grande y habría suficiente de todo para todos como para tener una vida digna, ¿cómo es posible que cada día haya por ejemplo, más personas en las calles sin hogar y sin, sin ir más lejos, ese puesto de trabajo que necesitan para tener una vida plena y feliz?

Piensa que de todos nosotros depende construir una sociedad mejor y que con nuestro:
  • Aprendizaje de la felicidad.
  • Acciones.
  • Pequeños gestos.
  • Maneras de proceder.
Podemos o no, contribuir a solucionar problemas existentes muy graves y también preocupantes.

Como ves te estoy invitando a reflexionar para que en la medida de tus posibilidades, contribuyas a un mejor desarrollo en haya donde vivas.

Por hoy me despido con una cita de John Lennon que decía así: "Vivimos en un mundo en donde nos escondemos para hacer el amor, pero la violencia es practicada a plena luz del día".

Sed felices y no cerréis los ojos ante las injusticias.

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