La felicidad y autoestima es una de las eternas
asignaturas pendientes para muchos. Sin embargo, es mucho más sencillo
conseguirla de lo que parece. En el tema de hoy, comparto con vosotros mis
impresiones acerca de todo lo fundamental para que cualquier individuo y en
general, cualquiera de vosotros, podáis aproximaros a esta temática de la
manera más sencilla posible y con coste cero.
Fácilmente comprobaréis que no se trata de ningún mito, siendo más sencillo de lo que pudiese parecer. No, cuando hablamos de estas dos concepciones no estamos haciendo alusión a ningún tipo de mito o circunstancia que se encuentre lejos de las manos de cualquiera de nosotros.
Cuando tenemos una autoestima en equilibrio, la vida es más fácil; pudiendo disfrutar de todo lo bueno que nos rodea dejando a un lado sufrimiento y dolor. Y es que quererse hace milagros...¿Te apuntas?
Fácilmente comprobaréis que no se trata de ningún mito, siendo más sencillo de lo que pudiese parecer. No, cuando hablamos de estas dos concepciones no estamos haciendo alusión a ningún tipo de mito o circunstancia que se encuentre lejos de las manos de cualquiera de nosotros.
Bien, desde los orígenes de nuestra especie, los seres humanos han tenido que adaptarse a la realidad, evolucionar, progresar y de forma genérica, adaptarse a los cambios. Ahí radica la importancia de mantener muy presente el concepto de autoestima, como definición razonada, interiorizada y expresada hacia nuestro propio individuo (definición en constante evolución y progreso). Quizá hace cientos de años no entendiesen dicho término como tal pero sin una autoestima en equilibrio (amarnos, auto-conocimiento, conocernos, querernos, respetarnos,...) no podemos mantener con nosotros mismos la felicidad y por consiguiente, tampoco sus implicaciones positivas sobre la autoestima de la que tantas veces hemos escuchado hablar y personalmente he escrito.
En segundo lugar me gustaría decirte que todos nosotros tenemos un esquema mental de nosotros mismos (nuestro aspecto interior y exterior, puntos fuertes, débiles, virtudes, circunstancias que deberíamos de mejorar o potenciar). De tal modo que todo ello constituye una imagen (auto-imagen) que incide notablemente sobre nuestro ser desde la más temprana infancia. La felicidad y autoestima son conceptos que caminan juntos, hermanados porque no es posible concebir el ser y no tener un concepto de nuestro ser al mismo tiempo. Dicho de otro modo, supón que por el motivo que fuere no tuvieras ese concepto de tu persona, ¿piensas que tu vida o realidad sería lo mismo? Muy probablemente no, aunque por desgracia existen todo tipo de personas que no tienen digamos bien asentado la trascendencia de esta práctica y sus beneficios sobre nuestra calidad de vida. No te preocupes porque en ello trabajaremos en artículos sucesivos, añadiendo todo tipo de técnicas y consejos para profundizar en el conocimiento de nuestro yo interior y exterior.
En tercer lugar, decirte que el concepto que tenemos de nuestro ser (auto-imagen) es
mucho más importante de lo que podría parecernos, por la incidencia que tiene
el mismo sobre la autoestima del individuo. Por ello, una de las primeras
reglas que me gustaría compartir contigo en este día, a la que prácticamente
siempre acudo cuando recibo todo tipo de consultas con este motivo es:
quererse. ¡Si tú no te quieres los demás tampoco lo harán! ¿Parece sencillo,
verdad? Lo es, una regla fácil para combatir buena parte de los distintos
problemas de autoestima que pueden aparecer durante el transcurso de nuestra
trayectoria existencial.
Por último, te invito a que respondas a unas preguntas muy
sencillas si te parece bien. Ahora tú, ¿cómo andas de autoestima? ¿Qué concepto tienes de tu ser? ¿Consideras que te quieres lo necesario? ¿Sabías que
se trataba de una "llave" altamente recomendable para disfrutar de la
felicidad que tanto mereces y que se encuentra a tu entera disposición?
Por favor, no olvides la necesidad de tener una autoestima mucho más
equilibrada que potencie nuestra calidad de vida y bienestar depende en primer
lugar, de nosotros mismos. En segundo y último lugar, seguirá dependiendo de nosotros mismos. ¡Ya lo sabes, de ti depende, porque nadie puede lastimarte con sus palabras salvo que tú se lo permitas!
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parece, puedes compartirlo con tus amigos en las redes de las que participes.