Encontrar la felicidad en la sencillez se fácil
cuando percibimos que lo sencillo en numerosas ocasiones nos aporta grandes
posibilidades de aproximarnos a ese estado temporal que tanto buscamos.
Preservarlo en el tiempo más o menos eso ya es otra historia completamente
distinta y que implicará un gran esfuerzo por nuestra parte. Así es, vivimos
una época dominada por el consumismo en donde constantemente nos bombardean con
todo tipo de mensajes y son cuantiosas las situaciones en las que ciertamente
no necesitamos comprar esto o aquello para gozar de una vida plena y feliz. Independientemente
de que esté en contra de una sociedad dominada por el consumismo que lo estoy,
el placer de las cosas pequeñas, de lo sencillo de nuestras vidas gana por
goleada a cualquier otro planteamiento posible por muy fundado que estuviere.
Esta es mi humilde opinión, si queremos podemos conseguirlo y no necesitaremos
hipotecar nuestra casa ni pedir ningún tipo de préstamo para lograrlo.
Lo sencillo se encuentra al alcance de nuestros dedos y es
una herramienta realmente poderosa para luchar contra ese constante malestar
que genera el uso y disfrute de una ingente cantidad de bienes.
Cuando me
preguntan acerca de si existe una receta para que cualquiera de nosotros pueda encontrar
la felicidad respondo que sí, por supuesto que la hay, valorar las cosas
pequeñas y todo lo sencillo que se encuentra en nuestro entorno más o menos
inmediato. Desde un abrazo de la persona amada, ir al cine juntos o compartir
una agradable velada romántica en casa al calor de una buena chimenea.
No, no
son cosas ni situaciones en las que necesitemos hipotecar nuestra casa para
alcanzar la felicidad plena de la que estoy hablando y por el contrario se
trata de propuestas muy sencillas de llevar a la práctica. Mi propuesta de hoy
es que intentemos ser todos un poco menos consumistas y pensemos más,
definiendo claramente qué es lo que queremos en nuestra vida y qué no. Tal y
como te explico en mi libro de cómo alcanzar la felicidad en la vida, libro del
cual puedes leer una parte totalmente gratuita si lo deseas libro del cual puedes leer una parte totalmente gratuita si lo deseas.
A lo largo de mi vida y durante mi experiencia vital he
aprendido que no por mucho tener se es más feliz que los demás.
No, no soy
rico, millonario ni nada por el estilo, solamente una personal normal como tú
pero que a las pruebas se remite. De hecho como digo en un gran número de
charlas son muchas las personas que tienen más que otras (las que sean) y sin
embargo, son también mucho más infelices que las primeras de las que te hablo.
Por lo cual, se podría decir que saber disfrutar de lo sencillo que presenta la
vida es más que necesario, una forma importantísima de encontrar la
felicidad que tanto ansiamos.
No se trata de acomodarse ni de ser conformistas, no, no
tiene nada que ver con ninguno de esos términos anteriores. Acomodarse es
resignarse a que no podemos crecer y conformarse es sinónimo de auto-aceptar
que es imposible mejorar.
Cuando planteo la opción de encontrar la felicidad
a través de la sencillez que rodea a nuestras vidas pretendo abarcar ambos
conceptos pero en su conjunto y mejorados.
Con frecuencia aprendemos de todo
tipo de lecciones y experiencias, quizá no sería del todo mala idea aprender a
ser un tanto menos consumistas y pararnos a valorar lo bueno que tenemos en
nuestra vida que estoy seguro que todos tenemos cosas por las que sonreír.
No me importa tanto la situación personal en la que te
encuentres, tampoco la economía de tu hogar, no se necesita excesivo dinero
para encontrar la felicidad en la sencillez porque podemos comprar todo
lo que queramos sí, aunque la felicidad de nuestras vidas no tiene precio y en
eso, nadie puede ayudarnos salvo nosotros mismos.
Piensa por favor, que si todos nosotros tomamos conciencia de la
importancia de dar un cambio en cuanto al rumbo de esta sociedad que lastima a
los más vulnerables, otra sociedad con un mundo más humano y desigual es posible.
Que tengáis un buen día del consumismo o como algunos lo llaman, San
Valentín, aunque para mí el amor ha de demostrarse todos los días del año y no
solamente uno como algunos pretenden inculcarnos.
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