El amor todo lo vence, es una de las preguntas que con una mayor frecuencia recibo por parte de todo tipo de visitantes.
Pero, ¿realmente el amor todo lo vence?. En mi opinión sí, y en caso de no hacerlo es porque no era amor verdadero.
El amor todo lo vence porque gracias a éste, todo lo que nos rodea cobra especial sentido en nuestra vida, posibilitando que tengamos una vida más cómoda, plácida y feliz.
Es por esto que no es posible alcanzar la felicidad en la vida sin contar con amor, entendido en primer lugar hacia nosotros mismos y en segundo lugar hacia nuestro trabajo o con respecto a todo aquello que hacemos a lo largo de nuestra vida diaria.
El amor todo lo vence porque es una de las energías más poderosas que conozco, porque una sin amor es sencillamente una vida incompleta, a la que le falta ese contenido a veces tan importante para tantos momentos y situaciones.
Por así decirlo de una manera sencilla para que todos lo entendáis, el amor todo lo vence porque gracias a es a lo que realmente debemos el hecho de hacernos ser humanos.
Además, nos permite levantarnos cada día con energía, una sonrisa de felicidad para continuar nuestro camino en un diario que con frecuencia implica monotonía, estrés y bastante trabajo.
Por eso hoy me gustaría invitaros a tomar esta frase como propia, el amor todo lo vence, teniendo en cuenta dos circunstancias muy saludables, enriquecedoras y que os aportarán dulces momentos cargados de felicidad.
En primer lugar, tener muy cuenta que cuando una persona no tiene a otra persona a la que amar, esto no quiere decir que sea una circunstancia negativa, en absoluto.
Para mí, es mucho más importante que ese tipo de amor, el amor hacia nuestro trabajo, contar con proyectos novedosos, ilusiones renovadas, ideas que nos apasionen porque solamente así ganaremos siempre en felicidad en nuestra vida. No olvidéis que una mente activa es otra de las fórmulas hacia nuestra felicidad diaria.