La felicidad no es real sino es compartida

Después de una temporada sin poder actualizar el blog por encontrarme de viaje, quería compartir con todos vosotros estas líneas tituladas la felicidad no es real sino es compartida, porque no he conocido ni pienso que conoceré nada superior al caminar por la vida al lado de la persona amada.

Cuando compartimos la felicidad nos damos cuenta de su concepto real

Si analizamos el momento presente en el que la mayoría de nosotros nos encontramos, queramos o no verlo, es necesario un cambio en la manera de pensar, obrar y quizás incluso a nivel de conciencia, aunque eso es otro tema y tampoco querría extenderme más de lo estrictamente necesario.

La felicidad no es real sino es compartida puesto que lo importante no es lo que tenemos, sino aquello que verdaderamente hacemos con nuestra vida.

Claves para compartir la felicidad


Recibo una gran cantidad de mensajes de personas de todos los rincones del mundo que contactan conmigo para decirme que no saben qué hacer con su vida. Gentes de una gran cantidad de países que sienten que pese a esforzarse mucho diariamente no logran mejorar su situación por diferentes razones o que sencillamente desean ganar más dinero.

No importa la edad que tengas, ni tampoco me importa las ideas alocadas que pudieras tener, si tienes un propósito en tu vida deberás esforzarte aún más por conquistarlo.

El propósito de la felicidad compartida


Cuando hago alusión a la frase de la felicidad no es real sino es compartida, no es mero relleno ni nada parecido. Diariamente, millones de personas se levantan con el único propósito de conseguir más dinero y el dinero no lo es todo, porque por ejemplo, compartir momentos inolvidables con nuestros seres queridos sí que es fundamental.

El propósito de la felicidad no es llenarnos de nostalgia como consecuencia de circunstancias pasadas, ni tampoco sentirnos tristes, tiene que ver con la capacidad que tengamos o no para esforzarnos.

Si eres una persona que trabajas mucho por conseguir más dinero y apenas consigues disfrutar de tu familia o seres queridos, deberás pensar si verdaderamente quieres ganar ese dinero extra o sencillamente vivir experiencias con las personas que te quieren.

No, no es más rico la persona que más dinero tiene.

Tampoco se es menos, por tener menos dinero que otras personas.

Existen múltiples factores que determinan la riqueza de los seres humanos y el dinero, no es mucho menos el primero de los factores que deberíamos tener en cuenta.

Por último, me gustaría compartir con cada uno de vosotros un sencillo consejo. No te preocupes por el dinero que tengas, ni tampoco porque otras personas pudieran ganar más dinero que tú. En lugar de ello, preocúpate por lo que haces con tu dinero y sobre todo, aprovecha el máximo tiempo posible al lado de tus seres queridos, padres, hermanos, pareja, hijos, abuelos, tíos, primos y ese montón de personas que tienes ahí bien cerca de ti y que tanto te quieren.

No te amargues por lo que te falta, sigue luchando, paso a paso y jamás te rindas. Ten en cuenta que cuando te esfuerzas al máximo para conseguir una meta, lo estás dando todo por alcanzar lo que quieres y en numerosas ocasiones, no podrás controlar en su totalidad la gran variedad de variables que interferirán en el resultado.

Sonríe, se feliz y vive cada instante manteniendo contigo un recuerdo que difícilmente puedas olvidar por lo bonito de la experiencia.