Con el artículo de hoy de Felicidad y Autonomía Emocional pretendo recordaros que para ser felices lo único que necesitamos es querer serlo. Teniendo muy en cuenta que deberíamos apartar de nuestra vida a todas aquellas personas que nos alejen de nuestros sueños, metas e ilusiones futuras.
Sin olvidar tampoco que porque termine una relación o no se encuentre en su mejor momento, no deberíamos sentir tristeza. Ya que este sentimiento, al igual que la propia infelicidad depende en un gran número de circunstancias -la mayoría de ellas- de nuestra actitud frente a la vida.
Seguramente te haya pasado que has vivido momentos especiales al lado de una persona determinada e incluso es posible que no terminase aquella historia como igual tú quisiste.
Tienes que tener en cuenta que la felicidad en tu vida depende en un gran número de circunstancias de uno mismo, de tu persona. Por lo tanto, si condicionas tu felicidad a la de otra persona muy probablemente puedas resultar lastimado, dañado, sufriendo o incluso en un extremo muy negativo en una depresión como consecuencia del propio sufrimiento.
Hoy me gustaría explicarte el concepto de Autonomía Emocional y para ello, lo primero que me gustaría decirte es que como personas libres que somos, lo somos también conforme a nuestras emociones.
Es cierto que las emociones mueven el mundo y que una persona sin emociones no puede llegar a vivir, porque todos respondemos a una serie de estímulos concretos.
Sin embargo, me gustaría compartir contigo 3 sencillos consejos para que puedas ganar en cuanto a tu propia Autonomía Emocional se refiere. Concretamente son los siguientes:
1) Desarrolla la confianza en uno mismo. La persona que tiene confianza en si misma difícilmente pueda caer en errores de este tipo.
2) Las palabras son solamente palabras. No permitas que te lastimen o te dañen.
3) Trabaja en pro de la Autonomía Emocional, porque eres dueño de tus emociones.